Imagino tu risa, alegre y franca,
Tu mirada traviesa, llena de encanto,
Flotando entre las hojas y las flores,
Un cuadro que cautiva mis anhelos.
Imagino el universo a nuestro lado,
Deleitándose en tu gracia y hermosura,
Mientras el tiempo se detiene en ese instante,
Y la dicha inunda mi alma con dulzura.
Tu presencia es un soplo de ternura,
Un manantial de sueños y esperanzas,
Que ilumina mi mundo con su luz,
Y me hace renacer en cada alborada.