Anhelo ser brisa leve,
susurro en tu piel dormida,
ser la sombra que te envuelve,
ser refugio en tu caída.
Candil ardiendo en tu regazo,
fuego tibio en tu sendero,
ser latido en tu abrazo,
ser calor en tu desvelo.
Dulce néctar en tu boca,
manantial en tu quebranto,
ser alivio en la derrota,
ser tu paz y ser tu encanto.
Y si un día te extravías
en abismos de tristeza,
seré faro en tus heridas,
luz que guíe tu certeza.
Mas si el tiempo nos deshace
y el olvido nos desvive,
quiero ser verso en tu viaje,
ser poema que pervive.