Guárdame en un suspiro,
no me dejes en el viento,
donde el tiempo es un susurro
y se borra el sentimiento.
Dibuja con tu boca
los caminos que me pierden,
que esta piel se descolora
si tus labios no la encienden.
Ay, mi bien, si te vas,
llévame dentro del alma,
que en tus labios quiero ser
una sombra que te abraza.
Llévate mi nostalgia
en los ecos de un bolero,
bailaremos en la niebla
como sombras en febrero.
Dime que este adiós
no es más que un viejo tango,
que el amor nos vuelve locos
pero nunca nos hace extranos.
Si el destino es tan cruel
que te arranca de mis manos,
déjame en tu dulce piel,
como un verso en un piano.