Oh, Señor, mi alma canta,
Por Jesús que nos mostró,
El camino de la vida,
Abundante y eterno yo.
Con su amor, nos liberaste,
De las garras del pecado,
Nos diste esperanza y paz,
En un mundo desolado.
Él es nuestra luz y guía,
Nos lleva por el buen camino,
Nos llena de alegría,
Y nos hace sentir bendecidos.
Gracias, Señor, por tu bondad,
Por enviar a tu Hijo a la tierra,
Para que tuviéramos libertad,
Y vida eterna en tu presencia.