Hoy España llora en silencio
por almas que el agua llevó,
una sombra que el cielo dio
en forma de desvelo inmenso.
Recoge el campo el dolor sincero,
las manos tiemblan en el vacío,
y aunque en sus almas queda el frío,
surge en el pecho un canto entero.
A cada ser que en el aguacero
perdió su luz y su nobleza,
le da la tierra su fortaleza.
España los llora y los abraza,
pues hasta en su pena, queda la raza
unida en su amor y su firmeza.