En éxtasis de luz me sumerjo,
Elevado a un plano superior.
Más allá de lo terrenal y efímero,
Me fundo con lo eterno y lo divino.
Es como si mi alma se desprendiera,
Liberada de los grilletes de lo mundano.
Ascendiendo a una esfera de pureza,
Donde reina la armonía y el sosiego.
Aquí, en este reino de lo absoluto,
Encuentro la paz que tanto he buscado.
Lejos de las tormentas y los conflictos,
Reposando en el seno del Creador.
Una calma serena me envuelve,
Una quietud que trasciende el tiempo.
Ya no existen las sombras de la duda,
Ni las heridas del sufrimiento.
Soy uno con la fuente de la vida,
Absorto en la luz de lo infinito.
Fundido en la esencia del Ser Supremo,
Alcanzando la plenitud del espíritu.
En este éxtasis de comunión sagrada,
Me pierdo en lo sublime y lo eterno.
Acariciado por la gracia divina,
Renazco en un plano de amor supremo.