En la brisa se deslizan mis anhelos,
susurros que navegan la distancia,
dibujando en el aire sus revuelos
con la ternura de su elegante danza.
Mis palabras son espuma que se entrega,
olas que rompen en tu arena callada,
y en cada sílaba el alma navega
buscando un puerto en tu risa anclada.
Se enciende el horizonte de mis sueños,
donde el alba se funde con tu aliento,
y en cada marea de dulces empeños
se anida el eco de un deseo lento.
Yo te llamo, en susurros y espuma,
con versos que flotan en tu mirada,
mientras el amor, en su fiel bruma,
teje en mi pecho su estela dorada.