En la brisa se esconde mi secreto,
susurros de espuma y sal dormida,
dibujando en las horas un soneto
donde la luna se queda prendida.
Tus manos son faros en mi marea,
guiando naufragios de mi alborada,
y en cada latido que me golpea
despierta la arena enamorada.
Bajo el cielo, mi alma se desliza,
como un suspiro que no se olvida,
y entre susurros de mar y brisa
se anida el eco de tu partida.