Ante tu presencia, ahora me inclino,
Entregando mi corazón, mi alma confiesa.
En lo más profundo de la confesión, descubro mis pecados,
Buscando tu gracia, para sanar y reparar.
Mis transgresiones pesan sobre mi alma,
Una carga pesada que pasa factura.
Me he desviado de tu camino, en la oscuridad perdido,
Pero ahora me vuelvo, buscando el costo de la redención.
Renuévame, Señor, con tu luz divina,
Lava mis pecados, haz que mi espíritu brille.
Dame fuerzas para caminar en tu santo camino,
Y gracia para guiarme en cada nuevo día.
En tu abrazo encuentro consuelo y paz,
Tu perdón trae liberación a mi corazón cansado.
Dejé a un lado las cadenas que me mantenían atado,
Y levántate de nuevo, con esperanza y alegría profunda.
Tu amor me restaura, me hace completo de nuevo,
Un testimonio de tu reinado ilimitado e interminable.
Ahora estoy ante ti, limpio y bendecido,
Mi alma renovada, mi espíritu renovado.
Con gratitud te doy gracias, mi Señor,
Por el don de tu misericordia, tan generosamente derramado.
Me comprometo a vivir una vida que te honre,
Y seguir tu camino, puro y verdadero.