En Memoria de mi Padre
Hoy el calendario pesa,
marcando el día en que partiste,
como un susurro que aún insiste,
recordando que ya no estás.
Tu ausencia es un silencio eterno,
pero en cada rincón de mi ser te encuentro;
en la risa que me enseñaste a amar,
y en los momentos que me ayudaste a soñar.
Fuiste faro en mis tormentas,
ancla en mi deriva incierta,
y aunque el tiempo to voz se ha llevado
tu ejemplo sigue en mi, padre amado.
Extraño tus consejos,
tus historias sin final,
el abrazo sincero que me daba paz,
y tu mirada, siempre paternal.
Hoy celebro lo que fuiste,
y lloro porque ya no estás,
pero en cada paso que doy en mi camino,
sé que sigues conmigo, papá.
Este no fue un adiós definitivo,
pues en mis recuerdos sigues siempre vivo.
Mientras lata mi corazón,
tu amor será mi bendición.
Gracias, papá, por cada día compartido,
por ser mi guía, mi amigo, mi abrigo.
Hoy no es solo un día de dolor,
es también uno para honrar tu amor.
Sigue reposando en paz mientras vivo tu anhelo
hasta el día en que nos volvamos a encontrar
bajo el mismo cielo.
