Suspiro de la noche,
Susurro de la brisa,
Hálito que besa
La piel que se eriza.
Tus ojos, dos luceros,
Reflejan la ternura,
Destellos que se adentran
En mi alma oscura.
Tu voz, cual melodía,
Resuena en mi interior,
Susurrando al oído
Palabras de amor.
Tus labios, suave fuente,
Destilan miel y anhelo,
Saciando la sed
De mi espíritu sediento.
Envuélveme en tu aroma,
Embriágame de ti,
Que en tu abrazo encuentre
La dicha por la que perdí.