**El Sabio en el Reino de los Necios**
En un reino donde la locura florece,
Donde el sinsentido y la ignorancia crecen,
Surge un sabio, un alma iluminada,
Buscando la verdad en la noche estrellada.
Entre necios que ríen de sus palabras,
Que desprecian el conocimiento que él abraza,
El sabio permanece firme y sereno,
Un faro de sabiduría en un mar de veneno.
Sus palabras, como flechas afiladas,
Penetran la bruma, disipando las sombras,
Pero los necios, ciegos por su propia estupidez,
Ignoran su mensaje, atrapados en su necedad.
Intenta guiarlos, pero sus esfuerzos son en vano,
Sus mentes cerradas, un abismo sin fondo,
El reino de los necios, un laberinto sin salida,
Donde la razón y la verdad son burladas y olvidadas.
Pero el sabio no se desanima,
Su espíritu arde con un fuego inquebrantable,
Continúa su misión, aunque solitario y abandonado,
Un guardián del conocimiento, un faro en la oscuridad.
Porque en el reino de los necios, el sabio es un extraño,
Un excéntrico, un paria que no encaja,
Pero su sabiduría, un tesoro inestimable,
Brilla como un diamante en medio de la escoria.
Hoy el sabio permanece, un faro de esperanza,
En el reino de los necios, un oasis de cordura,
Esperando que algún día, la ignorancia se desvanezca,
Y la razón y la verdad prevalezcan.
