El poeta es todo
El poeta es un oído pegado a la tierra,
escucha la música oculta en la piel,
el ritmo del agua, la herida del viento,
el pulso secreto de un árbol sin fe.
Escribe en la arena la sombra del día,
dibuja en el aire la luz de un adiós,
su pluma es un hilo de espuma y de espinas,
sus manos sostienen la voz del dolor.
El poeta es un ojo que nunca se cierra,
vigila la llama de un mundo fugaz,
si calla, los nombres se pierden, se olvidan,
y el beso del tiempo no vuelve jamás.
Por eso recorre la noche y sus grietas,
con labios de insomnio, con alas de sed,
esparce palabras el el ser de los hombres,
y en cada poema se deja la piel.
