El Aleph!
En un sótano oscuro, bajo escombros,
se esconde el infinito en un instante,
un punto que contiene lo distante,
y abarca del universo los asombros.
El Aleph, puerta a mundos y a penumbras,
refleja cada ser, cada momento,
es todo y nada, es forma y es aliento,
es luz que en la palabra se vislumbra.
¿Cómo explicar lo que los ojos vieron?
¿Cómo narrar lo eterno en lo finito?
La pluma tiembla ante tal manuscrito.
Pues en ese orbe mágico surgieron
todos los tiempos, todas las estrellas,
y el eco de las vidas y sus huellas.
Este soneto intenta capturar la esencia del Aleph como lo describe Borges en su cuento, reflejando los temas principales:
1. La ubicación del Aleph en un lugar mundano (el sótano).
2. La idea de contener el infinito en un punto.
3. La simultaneidad de todo el universo en el Aleph.
4. La dificultad de describir la experiencia de ver el Aleph.
5. La paradoja de lo eterno en lo finito.
6. La totalidad del tiempo y el espacio contenidos en el Aleph.
El soneto sigue la estructura clásica de 14 versos en endecasílabos, con rima ABBA CDDC EEF GGF, típica del soneto español. La elección de esta forma poética clásica busca reflejar la erudición y el amor por las formas tradicionales que caracterizaban a Borges.
