Entre lo cierto y lo desconocido,
se tiende un puente de curiosidad.
Mi mundo tangible, tu oscuridad,
se acercan en un baile comedido.
Tu enigma, cual velo no descorrido,
seduce a mi prosaica realidad.
Dos mundos en busca de unidad,
lo explícito y lo apenas intuido.
¿Cómo fundir lo real con lo arcano?
¿Cómo aunar lo concreto y lo etéreo?
En este encuentro, humano y sobrehumano,
se forja un nuevo y fascinante imperio.
Donde mi verdad toca tu arcano,
nace un universo sin criterio.