Luna Playera!
En la noche serena y clara,
la luna besa la arena,
las olas, con voz amena,
cantan su canción tan rara.
El viento suave declara
susurrando entre palmeras,
historias de viejas eras.
La playa, en su calma plena,
guarda en su alma serena
los ecos de primaveras.
Bajo el cielo estrellado,
se yergue la luna llena,
como musa que encadena
el sueño enamorado.
El mar, en su vaivén dado,
parece un manto de plata,
que en su arrullo desbarata
el tiempo y su cruel sendero.
Noche y mar, dulce venero,
unidos en su sonata.
La brisa lleva fragancia
de flores y de salitre,
susurrando un canto libre,
lleno de amor y constancia.
Bajo la luna, la estancia
se vuelve un poema vivo,
donde el amor furtivo
busca en la arena su danza.
Noche de luna y bonanza,
bálsamo del alma altivo.
Las estrellas, en su brillo,
guiñan al mar sus destellos,
y en su fulgor, los cabellos
de la luna son un anillo.
El susurro de un sencillo
canto de amor va flotando,
y en la playa, desgranando
sus notas en armonía,
se funden en poesía
noche, mar y sol amando.
El horizonte lejano
dibuja un sueño en la bruma,
mientras la plateada espuma
acaricia el suelo sano.
Todo es paz en el arcano
abrazo de la natura,
que en la noche se asegura
de tejer con su ternura,
bajo la luna y su altura,
un poema muy humano.
