En la quietud de la noche, cuando el silencio me llama, siento que el alma reclama un diálogo sin reproche. Le pregunto con derroche
Mi cuna reposa en la colina, donde el alba besa la pradera, y el aroma a café se adivina tras la niebla que danza ligera. Un río susurra entre las piedras,
Aún no hay verso escrito en proeza… Que entienda el enigma que encierr… No hay melodía que en su nobleza, Celebre la gracia que destierra. Ni lienzo ni pincel con destreza,
Tu ausencia me ha dejado una herid… Que no cicatriza, que no cura. Solo un lamento atormenta mi vida, Por los recuerdos que se han torna… Tu rostro pálido, tus manos helada…
En mi mente, un pensamiento, Hogar, dulce hogar, un sentimiento… Un lugar donde el amor reside, Donde la paz y la dicha se esconde… Un refugio de tormentas y penas,
Mísero el que a espalda de ley se… y en sayo de revuelta envuelve el… sólo con fueros de arrogancia opim… sin alma en bien, ni honor en meno… Torvo el mirar, erizado el cabello…
En la brisa suave, danza su esenci… con pasos de fuerza y de delicadez… Es luz en la sombra, risa en la pe… simplemente mujer, su alma es plen… Bajo cielos grises, su voz resplan…
Susurra el viento un canto entre l… y el bosque lo transforma en poesí… los árboles murmuran mil congojas, su tronco es un compendio de armon… sus ramas van tejiendo la memoria.
Nuestros cuerpos, saciados y exhau… Yacen entrelazados en la cama. Aún persiste el eco de los gemidos… La fragancia del desenfreno que no… Mas, ante nosotros, la ventana se…
Podrá acostarse el sol en su agoní… callar la brisa al fin sobre el se… marcharse el canto del ave viajero… y huir la luz de la tarde fría. Podrá agotarse el mar en su osadía…
No es el silencio, ni la huida, ni el eco de la carne enmudecida. Es la respiración del relámpago desgarrando la piel de la memoria,
Por praderas de suspiros, la pasión brota cual flor, cada mirada, un fulgor que enciende ardientes zafiros. En céfiros van sus giros,
Ardo en deseos de ti, mi amada, Tu presencia me enciende y me infl… Pues tu belleza me tiene embrujado Y tu amor es la llama que me ama. Siento en mi piel el fuego de tus…
En la bruma del sendero, donde el sauce inclina el alma, va la sombra de un viajero, con su paso lento y calma. Cruje el viento entre las hojas,
La fe, como un faro en la noche, guía el camino cuando se pierde, la esperanza, cual rocío fresco, revive el espíritu que se ha muert… Con fe, se superan los obstáculos,