Surcando el cielo azul, cual regia… La luna sonrosada, desposada, Desnuda y soñolienta alumbra el dí… Envuelta en sus fulgores deslumbra… Su cuerpo alabastrino, ardiente ll…
Mis creencias no se atan a dogmas, Ni a ritos y ceremonias ancestrale… Mi espiritualidad es más bien pers… Un sendero que solo yo puedo trans… No necesito templos ni santuarios,
Llevabas contigo un alma, pero no en las manos ni en el gest… sino en los silencios, en la pausa entre las palabras, como un eco escondido.
Hundido en el barco de tu amor Me encuentro perdido en la inmensi… De tus ojos profundos como el mar Y tu sonrisa que me hace naufragar… Me embarqué en esta aventura
Yo vivo con mi alegría, que me inunda el corazón, y vivo con mi tristeza, que me invade la razón. El verso es mi compañía,
En la mejilla, una lágrima, destil… Silencioso río de penas sin nombra… Fluye hacia el piélago trágico, de… Donde los suspiros zozobran sin ce… Lloran los recuerdos, gélidos dest…
Llevabas el alma como un agua serena, un río sin prisa, que nunca quiebra la luz ni desordena los reflejos.
Amarla es difícil, como escalar una montaña que no tiene cima ni final, sólo un infinito vacío. Amarla es desesperar
Ahí descansa, olvidado en la despe… el pan que fue reciente en otro dí… testigo del festín y la alegría, mas hoy su forma dura ya no compen… Su miga se ha secado en la imprude…
En tiempos de incertidumbre y caos… Nortradamus predijo el porvenir, con sus versos proféticos y audace… nos mostró el destino por descubri… En cada cuarteta revelaba,
En la quietud del valle florecido, el sol besa la tierra con su rayo. Los árboles susurran al oído, y el día se despliega sin desmayo. Las abejas zumban en la pradera,
En la quietud de un día primaveral… cuando la brisa acaricia los verde… surgiste ante mí, como una flor si… llenando mi alma de pétalos bordad… No te buscaba, ni te esperaba enco…
Volveré con fuerzas nuevas, con el… Para ser tu guía en la senda oscur… Cuando el temor te agobie y te des… Mi luz será antorcha que te procur… En el bosque enmarañado de la duda…
Oh Señor, imposible es que tu amo… No vuelvas hacia quien te ama fiel… Que tu mirada tierna y compasiva No se pose sobre él. Tu gracia, como un bálsamo suave,
**1. El Jíbaro y su Tierra** En el campo vive el hombre, sudor y tierra lo alaban, con su machete se clavan los sueños que su fe nombra.