Freddy es un caballero de alma nob… un amigo que ofrece su mano sin du… en su pecho la vida florece primav… y su risa es un faro que alumbra e… Su palabra es la espada que corta…
Aquel amor que me llenaba el alma Hoy se ha secado como árido desier… Las flores que antes daban bella c… Ahora son cenizas en mi huerto. Donde hubo luz, ahora hay sombras…
From ancient tracks to winding lan… Of all man’s works, I cherish mos… They thread through fields, a verd… Guiding my steps through woodland’… Through craggy dells and valleys l…
**1. La Hospitalidad** En Jarabacoa, el trato, es tan dulce como miel, el visitante es fiel, recibido con buen rato.
Se quiebra el firmamento en astros… la noche se alza en éxtasis de un… la hora fatal murmura sus notas vi… y el tiempo, inexorable, transita… Los ecos del reloj, cual flechas i…
Basta ya de lamentaciones, Basta de suplicar perdón. Es hora de tomar las riendas, De arrojar al fuego la redención. Hemos quemado los puentes,
Entre besos y boleros, se enredan corazones sinceros, bailando al compás de la pasión, entregando el alma con devoción. En cada mirada se dibuja el deseo,
Eres rayo de luna que en mi noche danzó, susurro que al silencio de mi pecho abrazó. Eres eco de estrellas
No ganas nada con odiar, siendo tuya la conciencia, El rencor sólo ha de amargar y envenenar tu existencia. Libera ya tu corazón
Las olas murmuran cuentos de siren… La espuma adorna secretos guardado… Corales pintan mundos agitados, Peces bailan en doradas arenas. Conchas guardan ecos de ballenas,
I – El niño poeta En la vereda soñaba Miguel, el niño distinto, con un fulgor laberinto y la poesía que hablaba.
Miras, pero no ves. El ojo busca reflejo, la piel una caricia de sentido, pero la imagen
Creando barreras al amor, es una práctica común, que nos aleja del calor, que nos brinda el corazón. Nos protegemos del dolor,
¿Qué es la realidad sino un velo? Un río que fluye y nunca se ve, la sombra del mundo, la danza del… un eco lejano de lo que es ser. Kathleen, soñadora, buscaste en lo…
Perdón, no supe estar a la altura, quise hacerlo bien, pero no bastó. Creí que amarte era suficiente, y en el camino olvidé quién eras t… Lo siento por las veces que espera…