Recordando a Andrés Caicedo
En la ciudad de la eterna neblina
donde el Pacífico golpea las rocas
y los jóvenes bailan hasta el amanecer
aquí va un poema para ti, Andrés.
Tus ojos estaban llenos de pasión
por el cine, la literatura y la vida
pero también de una tristeza infinita
que te llevó a un destino trágico.
En las calles de Cali, tierra nuestra
dejaste tu huella imborrable
como un cometa que cruza el cielo
dejando una estela luminosa.
Te fuiste demasiado pronto
dejándonos con preguntas y dolor
pero tu legado sigue vivo
en cada palabra que escribiste.
Aquí en esta ciudad de ensueño
donde el sol se esconde tras las montañas
y el viento lleva el olor a mar
seguimos recordándote, Andrés.
Eres un ángel caído de la bohemia
un poeta maldito y romántico
que supo capturar la esencia
de una generación perdida.
En la noche caleña, underground
donde los sueños se hacen realidad
seguimos buscando tu presencia
como una estrella que guía nuestro camino.
Y aunque ya no estés entre nosotros
siempre te llevaremos en el corazón
como un recuerdo imborrable
de un poeta que amó la vida hasta el final.
