“Comunera osadía”
Se alza el pueblo en un grito soberano,
rompe cadenas con furia encendida,
echando fuera al tirano en su huida,
pues ya no teme el yugo inhumano.
Por cada herida sangra la esperanza,
y en la plaza resuena la alegría;
la comunera osadía avivaría
la llama ardiente que nunca se cansa.
Forjan sus manos la nueva bandera,
sus voces, eco de un fuego que crece,
y en la victoria el pueblo se libera.
Y el tirano en su caída perece,
pues la justicia, de luz verdadera,
en cada lucha renace y florece.
Este soneto evoca el espíritu de los movimientos comuneros, donde los pueblos oprimidos se alzan con valentía para recuperar su libertad. La “osadía comunera” representa la voluntad colectiva de cambiar el destino y enfrentarse al poder tiránico, con la esperanza y el fuego interior como motores esenciales para la transformación.
