Cómo el Ave Fenix
Renacer
En el abismo de mi alma, un susurro se escuchó,
un llamado a la transformación, a la evolución.
Las sombras de mi pasado, como fantasmas, se agitaron,
pero en el corazón, una chispa de luz se encendió.
El dolor de viejas heridas, como lava, se derramó,
quemando las ataduras que mi ser había forjado.
En el crisol de mi ser, las viejas formas se fundieron,
dando paso a una nueva esencia, pura y renovada.
La oscuridad, una vez temida, se convirtió en mi guía,
mostrándome los rincones que la luz no alcanzaba.
Encontré tesoros escondidos en las profundidades de mi ser,
perlas de sabiduría forjadas en la adversidad.
El miedo se desvaneció, ante la luz de mi determinación,
la duda se disolvió, en el mar de mi convicción.
La vieja piel se desprendió, dejando al descubierto,
una nueva versión de mí, fuerte y compasiva.
Es un viaje de autodescubrimiento, de reinvención,
un renacer desde las profundidades de mi existencia.
Cada paso que doy, es un acto de valentía,
cada desafío superado, una prueba de mi resiliencia.
El camino no es fácil, hay espinas y piedras,
pero en cada caída, encuentro una nueva enseñanza.
Abro mis alas, listo para volar,
hacia nuevos horizontes, con coraje y osadía.
Celebro este renacer, esta transformación profunda,
que desde lo más profundo de mi ser, irradia su luz.
Renazco cual ave fénix de las cenizas,
con más sabiduría, fuerza y gratitud.
