En mis pies, un cantor se eleva,
Su voz asciende al firmamento,
Melodías que el alma renuevan,
Elevando el espíritu en un momento.
Cada nota, un susurro celestial,
Que acaricia el corazón con dulzura,
Un himno que rompe el velo terrenal,
Llevando al alma a una nueva altura.
Desde la tierra hasta los cielos,
Su canto se eleva con fervor,
Resonando en los sagrados velos,
Un eco de esperanza y amor.
Los ángeles escuchan su armonía,
Y se unen al coro celestial,
En un concierto que llena el día,
Elevando el alma a un éxtasis total.
Cantor a mis pies, alza tu voz,
Llena el aire de tu dulce canción,
Que tu canto sea un faro de luz,
Guiándome hacia la eterna redención.