En la sombra de la duda y el silen… donde el viento susurra su canción… habita un alma, un fuego incierto, una chispa en busca de su razón. Es un farol que tiembla en la dist…
Hoy llora el alma de México enter… se ha ido una voz de oro brillante… maestro del bolero y del suspiro s… tocaste el corazón de cada amante. Javier Solís, eterno en el recuer…
Susurros del sol sobre seda silves… Melodía de mieles, mágico mestre. Lágrimas de luna lavan las laderas… Pinceladas pálidas pintan primaver… Danza el destino, dibuja destellos…
En la sombra de la tarde, mi voz se alza como canto, surca el viento en un quebranto, y en el silencio se guarda. Mis sueños son hojas caídas,
Oh, ¡quién fuera una gota de rocío perdida entre el raudal del llanto… Como un susurro en medio del frago… un destello de luz en lo sombrío, así tu presencia, amor, en mi dolo…
Entre facturas y el tráfico denso, florece nuestro amor en la rutina. Tu sonrisa, al llegar, ilumina el cansancio del día más intenso. Cuando el estrés nos vuelve el hum…
¿Qué visión más clara que nuestra… Que nos espanta con su oscura form… Un reflejo de nosotros, un espejo, Que revela nuestros miedos y nuest… Ante ella, nos escondemos en la lu…
### Primera Octavilla Después de la lluvia, el campo bri… cada hoja con gotas de cristal, el aire fresco, limpio y vital, renueva la vida en cada orilla.
En la sombra de la luna, canto un amor perdido, las olas susurran su nombre, un eco en mi corazón herido. Sus ojos, estrellas que brillan,
A la hispanidad de luz infinita, del mar y del pasado noble herenci… con lengua que en el aire es la ev… de una unión que el tiempo resucit… Tus manos son el sol que necesita
Tu voz es brisa, mi piel sendero, flor que se eriza, sol prisionero. Sombra y rocío,
Hay un peso en el aire que no sé n… como si el tiempo anunciara su fin… una sombra que crece en el borde d… un eco lejano de un destino imprec… Camino sin rumbo y el suelo es inc…
Tu ausencia me ha dejado una herid… Que no cicatriza, que no cura. Solo un lamento atormenta mi vida, Por los recuerdos que se han torna… Tu rostro pálido, tus manos helada…
Los sueños caen suaves, como copos de nieve en la madrugad… llegan, se posan, se disuelven, y en el roce de un suspiro, me encuentro atrapado en la bruma.
Cuando el día se desvanece, y la noche extiende su manto, el silencio se hace presente, trayendo consigo su encanto. En esta calma que florece,