El sol renace detrás de la altura,
y cada paso es un nuevo comenzar,
la senda larga no siempre es pesada,
pues quien avanza logra siempre hallar
la fuerza oculta que el alma resguarda.
Si llega el viento con furia y desvelo,
deja que sople, no pares de andar,
pues tras la lluvia regresa la calma,
y el cielo claro vuelve a iluminar
los sueños grandes que esperan en el alma.
El tiempo nunca camina hacia atrás,
y cada intento es un paso mejor;
aunque tropieces, la meta te llama,
porque en el fondo siempre hay un valor
que empuja al alma cuando todo trama.
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