Bienvenida Inesperada
En esta tarde de ocaso dorado,
Cuando el sol se funde con el prado,
Te acojo con brazos extendidos,
Como sueño largamente anhelado.
Pasaron lunas, auroras sin cuento,
Desde que te vi partir al viento,
Dejando un vacío en mi pecho herido,
Que hoy sana con tu dulce regreso.
Juntos recorremos sendas de antaño,
Redescubriendo huellas del pasado,
Saboreando instantes que se enhebran
En el collar de nuestros días soñados.
Bienvenida seas, luz de mis ojos,
A esta vida que nos abraza ansiosa,
Lista para tejer nuevas historias,
De besos, de abrazos, de amor rebosa.
En este instante de dicha imprevista,
Celebremos el reencuentro, la alegría,
Y sigamos juntos, mano con mano,
Construyendo futuros, día tras día.
