Desnúdate del miedo.
De las fechas que te obligan a sentir,
de los besos de cartón,
de las flores que mueren antes de tocar tu piel.
No me regales palabras envueltas en rojo,
ni promesas con fecha de caducidad.
No quiero un “te amo” de temporada,
quiero la piel ardiendo en agosto,
el susurro firme en noviembre,
el latido intacto en abril.
Que el amor no sea un souvenir de febrero.
Que no termine cuando los globos se desinflan,
cuando los chocolates se acaban,
cuando la rutina vuelve a hacer su nido
en el pecho de los que solo aman
cuando el calendario lo dicta.
Si me quieres,
ámame en domingo sin prisas,
en lunes de tráfico,
en miércoles de silencios largos.
Desnúdate de todo lo que no sea real.
Si me amas,
hazlo sin fecha,
sin pretextos,
sin miedo.