Besos imberbes
Besos que tiemblan, tímidos, primeros,
con el candor del roce más ingenuo,
flores que abren sus pétalos ligeros
en primavera, con asombro nuevo.
Son besos suaves, torpes y vacíos,
sin el saber que da la piel curtida,
pero en su brisa llevan los rocíos
de un amor puro, apenas sin medida.
Son promesas en labios temblorosos,
sueños en vuelo, sin rumbo, sin calma,
caricias frescas, de tonos dudosos,
que buscan puerto en el mar de un alma.
Estos besos, tan jóvenes, tan breves,
guardan secretos de amor inocente,
y en su inocencia, en su tacto leve,
escriben vidas en un beso urgente.
Este poema refleja la fragilidad y emoción de los primeros besos, esos momentos en los que la experiencia todavía no ha moldeado los gestos, pero la ilusión lo llena todo.
