En tus ojos, cielo vasto y profund… Donde las nubes danzan al compás, Tus pupilas, estrellas que al mund… Iluminan mi camino sin cesar. Tu mirada, un cielo azul y claro,
En la sombra del olvido, donde el tiempo se disuelve, las memorias danzan suaves, como hojas al caer del árbol. Tiempos de risas y llantos,
El mundo cree que lo que posee, Guárdelo con celo y timidez. Pero la salvación nos muestra el r… La posesión yace en la donación co… Al dar, reconocemos el don,
Una flor hermosa, delicada y frági… Se alza en el jardín, entre el cés… Su colorido esplendor, ningún otro… Captura la luz del sol, que el cie… Cada pétalo, una nota en el pentag…
Alza su vuelo un ave en mi pecho, triste y errante, sin hallar repos… buscando la paz que no conoce, pues su inquieto volar la atorment… Quisiera encontrar calma en su mor…
¿Podemos, acaso, desmembrar la ese… del alma que palpita en la creació… ¿Separar del pincel su fiel canció… o del poeta, su herida y su presen… Es el arte un eco, un grito, una t…
La oferta que es engañosa, promete más de lo real, con un precio tan trivial, parece ser ventajosa. Mas la cuenta que es costosa
En la noche estrellada, tu voz me… un susurro ardiente que quema el s… Tus ojos, dos faros, encienden mi… Bailamos en sombras, la luna es nu… cada latido tuyo, un eco intenso.
La sombra se desliza por mi mente, como un rumor que nadie ha pronunc… y el frío, silencioso y despiadado… me envuelve con su abrazo indifere… El tiempo, que se escapa lentament…
La palabra es mi bandera, mi senda y mi estandarte, con cada verso mi arte despierta luz verdadera. Mi voz, firme y prisionera
Yo no hablo del norte de luces pas… de postales perfectas y fotos de o… ni de montañas vendidas como quime… ni del frío que adorna su desolaci… Yo hablo del norte que sangra en e…
Al pasar del calendario, sus deber… Anuncian el fin del tiempo marcado… Hojas caen, se borran los senderos… El pasado yace, el futuro es un ar… Los días, noches, semanas y los me…
Con furia el viento rugió, La noche negra cayó, El mar sus olas alzó; Y en la playa desolada, Una figura olvidada
Dale una pluma y papel a la poeta, y con los primeros trazos, sentirás en tu piel su fuego, ardiendo con pasión y abrazos. Sus palabras son llamas que bailan…
Las sillas vacías frente al mar, las olas lamiendo la madera. Son testigos de historias, de palabras que flotaron en el air… y cayeron como hojas de otoño.