Bajo el manto de la noche,
donde brillan luces lejanas,
susurros del alma resuenan,
en la danza de las mañanas.
Las estrellas, testigos callados,
de sueños perdidos y anhelos,
guían el paso del corazón,
en senderos de luces y cielos.
Cada destello, un latido,
cada constelación, una historia,
en el vasto lienzo del universo,
se entrelazan amor y memoria.
Y en la oscuridad profunda,
hallamos la paz y la calma,
bajo el cielo estrellado,
renace la esperanza del alma.