En la antigua Grecia, el amor se manifestaba en diversas formas,
diez tipos distintos, cada uno con su propia norma.
Eros, el amor apasionado y sensual,
que enciende la llama del deseo carnal.
Philia, la amistad sincera y leal,
que une los corazones en un lazo especial.
Ágape, el amor incondicional y generoso,
que se entrega sin esperar nada a cambio, amor grandioso.
Storge, el amor familiar y protector,
que une a padres e hijos con vínculo eterno y verdadero.
Pragma, el amor duradero y paciente,
que se cultiva con esfuerzo y dedicación constante.
Ludus, el amor juguetón y divertido,
que se disfruta en risas y momentos compartidos.
Philautia, el amor propio y el respeto interno,
que nos enseña a amarnos a nosotros mismos con amor eterno.
Manía, el amor obsesivo y apasionado,
que consume el alma y el corazón enamorado.
Filautia, el amor a la humanidad y a la naturaleza,
que nos conecta con el universo en perfecta armonía y belleza.
En la riqueza de los diez tipos de amor griego,
se encuentra la esencia de la vida y el fuego.
Que en cada forma de amar encontremos la verdad,
y vivamos en amor en toda su diversidad.