Nada ganas con odiar,
siendo tuya la dolencia.
El rencor sólo envenena
y te impide perdonar.
Libera tu corazón
de ese peso que te agobia.
La paz interna se logra
cultivando la compasión.
Elige siempre el amor,
aunque difícil parezca.
Pues el odio sólo deja
amargura y sinrazón.
Sana heridas del pasado
con ternura y con paciencia.
Abraza la diferencia
y recuerda lo aprendido.
La vida es un gran regalo
para vivirla con consciencia.
Nada ganas con odiar,
siendo tuya la dolencia.