Amor del Ocaso
Nació este amor en la tarde, al cerrar la oración,
cuando el sol se ocultaba y surgía la emoción.
En el silencio del templo, se unieron nuestras almas,
y en un instante mágico, comenzaron nuestras palmas.
Fue un encuentro divino, un regalo del destino,
que nos unió en un abrazo, en un sincero camino.
En cada mirada, florecieron mil promesas,
y en cada sonrisa, se tejieron nuestras certezas.
Las palabras se volvieron susurros de amor,
y en cada verso, se expresaba nuestro ardor.
El viento llevaba nuestros suspiros al cielo,
y las estrellas brillaban, celebrando este anhelo.
En cada paso juntos, la vida se hizo más bella,
y el amor que nos envuelve, es nuestra gran estrella.
Como dos almas gemelas, navegamos en la vida,
construyendo un futuro lleno de amor y alegría.
En cada tarde que cae, al cerrar la oración,
recordamos aquel momento, nuestra dulce bendición.
Y en cada nuevo día, renovamos nuestro amor,
agradeciendo a Dios por este regalo superior.
Que perdure por siempre este amor que nació,
en la tarde, al cerrar la oración, se consolidó.
Y que nuestra historia sea un eterno poema,
donde cada verso exprese el amor que nos quema.
