A Tres Metros Sobre el Cielo
En un rincón del mundo, donde el sol se asoma,
dos almas perdidas, a la vida se asoman.
Bajo un cielo de estrellas, en la noche estrellada,
sueños flotan suaves, como brisa encantada.
A tres metros sobre el cielo, sus corazones laten,
entre risas y susurros, sus miedos desbaten.
El amor es un fuego que arde sin medida,
un suspiro en el viento, una eterna partida.
Caminan por senderos de luces y sombras,
desafiando al destino, donde el tiempo se nombra.
Las promesas se alzan, como aves en vuelo,
un refugio en sus ojos, un mágico anhelo.
Pero el mundo les grita, con voces de hielo,
que el amor no es eterno, que hay que caer del cielo.
Sin embargo, en su lucha, entre el dolor y la risa,
saben que cada instante es pura poesía.
A tres metros arriba, donde el aire es más fino,
sostenidos por sueños, construyen su camino.
Aunque el suelo los llame, y la vida se imponga,
en su vuelo compartido, el amor nunca se esconde.
