En los nuevos campos de lid a los toreros
donde la pasión y el arte se conjugan,
donde el valor y el miedo se enfrentan
y el público emocionado les aclama
En cada pase, en cada embestida
se juega la vida, se desafía al peligro,
y ante la mirada atenta del tendido
el torero se convierte en un héroe.
Con capote y muleta en la mano
el matador enfrenta al toro bravo,
con destreza y maestría desafía
a la bestia noble que lo reta.
Y en ese duelo de fuerza y elegancia
se crea un enlace único entre ambos,
un vínculo sagrado que trasciende
más allá de la mera tauromaquia.
En los nuevos campos de lid a los toreros
se vive la emoción del arte y la valentía,
donde la tradición y la modernidad
se funden en una danza de pura poesía.