Los abanicos abrieron soles en mi patria, que es la patria de… Avanzan los vasallos invasores, como avanzó Kan y el ejército de l… Pero yo, Qi Jiguang,
Dos enamorados nos miran fijamente desde el fondo de un espejo roto y… Ese espejo es el arte que aún dete… perdura, se pierde y se encuentra… Como rayos oculares enarbolados
Sueño de noche con un beso de Orfe al mediodía. Ya son más de las doce y Orfe no me mira...
Aciago prisionero en grisáceo enci… de poeta, cuenta ensimismado verso… y aplasta impiadoso a los insectos y talla minuciosos hexámetros de H… de Virgilio, de Estacio, y de Ovi…
Movido por orgullo de cazador adol… quiso saciar su sed Narciso arroga… en las tranquilas aguas de una fue… generosa que mitigaba el tórrido e… Munido de entusiasmo inocente
(Para que la humillación a Barreiro fuera completa, bajo el mando de Simón Bolívar, el ejército patriota se traslada, en la sigilosa noche, de Paipa a Boyacá, burlando la endeble vigila...
Cómplice y sensual me convida tu mirada de hedonista empedernido a curar el alma a través de los se… y los sentidos a través del alma e… Y brilla sobre tu rosada mano exte…
Virtuoso silfo transparente mide al tiempo en valses y polones… y se le va el corazón en cada piez… y descifra el universo lentamente. Toca despacio y siente
De aquella heroína enamorada con el vulgar nombre de María, no bastó su valentía ni la firme mano ensangrentada que también curaba delicada
Según la crónica policial, el parricidio de Jan Bjalak (esposo de Marja) sucedió en la Nochebuena de 1953, en la sórdida localidad de Sobjenie, a unos pocos kilometros de Varsovia. Vuln...
Los vecinos bullangueros de la ins… barriada, se deleitan con el perfu… va dejando zafirado contra el suel… cuando la tenue claridad va murien… Ángeles derraman oro, honran al po…
Lúgubre la noche se deshace en la sombra fatal de mi jornada. Ya el sueño, la sal de la vida, desteje el universo que rigen las barbadas hechiceras. Tendida yace inocente la oscura Esco...
No me apura la necesidad de limita… a una pobre imagen humana. Ni me creo capaz de cifrar la dich… el solo hecho de mirarte. Quisiera verte como Dante
Un frágil y firme fulgor se ha pre… en los postreros días del siglo bl… Un hombre pálido, sencillo y franc… forjado en Buenos Aires, un paraj… en el Reino del Perú. Fue un homb…
Una hormiga miraba la montaña midiendo las distancias con su anh… Ni tanta la extensión, ni tanto el… en la humilde intención de sus pes… Y construía un mundo en sus entrañ…