Poesía japonesa
Luna de sangre envuelve mi alma en ti sé mi amante nocturna. Soy tu astro oscuro besa con tu fulgor
Hoy, no sé porqué la tristeza está mordiendo mi carne blanca, la muerde, la mastica y la escupe como
El pulso se acelera late el corazón como loco, creo morir cada vez que te miro. Influjo del amor y el delirio que en mí provocas,
Engaño la mente escribiendo, mi voz se quiebra oigo pasar los coches, en uno de ellos vas tú, el corazón florece
Aquel beso etéreo en el arrebol me despertó la memoria de tu piel en mí. Nos dijimos amor
Entre caminos la soledad pasea, me busca a mí. Me escondo en los rosales, quiero la vida
Miré como metías los pies en la frescura del río Darro. Me guiñaste y sonreí, el cielo resplandecía
Quiero leer con mi mano poemas que entre tu piel; se muestran para mí. Tu cuerpo un libro abierto.
Vi a Venus venir hacía mí, su belleza anulaba al astro su manera de caminar dejaba pequeño el movimiento lunar.
Maquillo mis ganas mordiendo tu boca que me provoca, tus caderas balanceas y me vuelvo loca.
El dolor de la ruptura de un amor, aún vivo y palpitante, te marca hasta las entrañas. Pero puedo vivir sin ti. Mi corazón salvaje,
Amor Amor desde la sombra desde el dolor amor
Viene el otoño tras un duro verano, volaran hojas. Tiene el castaño el fruto muy maduro.
Qué hago mirando el amor si este se fue. Miro por la ventana gente que con indiferencia pasea por la calle
Abro los ojos siento el calor de tu cuerpo, me apoyo en la almohada y contemplo el mapa de tu cuerpo. Una oleada de ternura me envuelve