Poesía japonesa
Miro tu parpadeo bajo las alas del… deja un rastro brillante en mi mir… lágrimas en las arrugas desgarrada… Iré rompiendo cada minuto que muer… dentro de esas horas blancas.
Jugábamos a besarnos, sentir como… Golpes de lluvia en la ventana, me… Tú ya no estás, aquel accidente, t… Una lágrima ha rodado,¡cuánto te a…
Aquel verano mirando el mar turquesa, pensaba en ti. La noche aquella se unió la mar y el cielo,
La noche huele a primavera, a piedra fresca, y a humo lejano de hojarasca. Huele a gato, a farola, a silencio y a montaña.
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
Versos perversos para describir las líneas de tu cu… las curvas suaves que recorren tu orografía que me llevan a la de… Versos pérfidos
La noche oscura sin estrellas, y la luna escondida tras las nubes, daba impresión desde aquel callejón, la parte posterior de un restaurante donde ella acababa de terminar su trabajo. A...
Amo que me digas que me amas que a pesar de mis cicatrices esté… que la cama se mueva noche tras no… llena de deseo, lujuria, pecado de… las llamas lamen nuestros cuerpos…
Cuerpo que espera arena movediza caricias suaves en su piel un desierto el placer a ella llega.
¿A qué me huele el amor cuando estoy enamorada? Me huele a vino y a rosas con un perfume de sándalos. Me huele a día y a sol,
La aurora austral ballet de mil colores. Noche invernal. Duerme la luna en iglú de cristal.
¡Ay mi Andalucía! ¿Que te han hecho mi tierra sangrante y herida? Abandonada, sin rumbo como un barco varado.
Solo pienso en que es mejor morir mi tiempo ha sido una pérdida, reviento al ver en el espejo mi vi… solo angustia, dolor del peor nunca aprendí a cuidarme.
Va amaneciendo, arreboladas nubes. Color de vida en mi piel atezada, suspiros de mis sueños.
Pediste mi bendición ahora, después de enviarme a las profundidades del infierno, quizás no lo sepas, pero ya no soy la misma,