POESÍA JAPONESA
Era la hora de la siesta, la calle estaba desierta, hacia un calor de mil demonios, el pueblo de casas bajas con pequeños y bien cuidados jardines delanteros estaba en silencio. Casas c...
Se asoma la luna parece que mirara nuestros cuerpos enredados en la p… Brisa que acaricia mi espalda la mar de plata cubriendo mis pies
center Hombre pasea con suspiros de lluvia lotos flotando
Abren las flores Entrecruzan las ramas renacen, vida
Entre hoja verde mariquitas andando gotas brillando
Te tomo a sorbos me trago de tus labios sangre de vida que corre por mis venas como caballo
Ella tenía un hablar sedoso, que acariciaba, una mirada verde, suave como el terciopelo. Sus manos tienen gráciles
Lágrimas de hielo resbalan lentamente, amores perdidos poemas inacabados; un cielo negro
Colores claros hojas con mariposas letras que cuentan
Deseo que bailes tu vida que la hagas música donde tus pasos vayan más allá del horizonte más allá de los besos olvidados
La negrura me envolvió como una capa, la vida solo fue sombra. Mi cabeza está perdida en un almanaque donde
Somos los puentes de luz que unen la tierra belleza viva con el fulgor del cielo iluminando vidas
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.
Me saturaste de ausencia mis pies besan el suelo alejándome del hogar en tu clavícu… respiraciones limpian una calle cualquiera de malos olor…
Seda granate como sangre que mana va deslizándose por MI cuerpo nacar muerte inmortal