Dori Gómez
Aquella noche ni la luna hablaba, mi cabello el aire lo acariciaba. Fragmentos de música
Las cebras pastan en el atardecer. Estío en África. Sacando el agua la mujer africana.
Pensó con las piernas sobre la mes… Juego, la prostitución y la venta… D. Lombardo, un hombre alto, con… tenía fama de “dedo” fácil. Su hermano asesinado por un mafios…
Qué azul el cielo Campo de margaritas atardeciendo. Pico nevado árbol de flor de fuji
Y la luna me susurró melodías de amor al oído. Sentí la esperanza nacer en lo sueños de esa noche.
La esperanza es el sol. Es la luz. Es la pasión. Es la fuerza fundamental para la floración de la vida.
Hablan sus ojos, cuentan historias… cuando los abre de par en par veo felicidad en ellos, están tan abiertos que sonríen. Y, ¡Esa mirada de sorpresa!
En aquel callejón bajo la luz mortecina tu mirada se cruzaba con la mía. Ojos de serpiente boca de lava ardiente
Ella, era perfecta Un poeta la convirtió en su musa, hizo un poema interminable, y lo enredo en su pelo de oro, ella quemaba por su sonrisa
Siempre te amaré siempre contigo estaré en la vida como en la muerte allí contigo quedaré Siempre nunca lo olvides
Eres tanto... pero no bastante, suspiras como si fueras único, y eres, como esos vestidos que salen de fábrica repetidos. Porque miras pero no de frente,
Brilla el bordillo de la acera, a la luz de la farola, la noche se hace locura, en esta ciudad de soledades acompañadas.
Sobre tu pecho escondo mi cabeza me siento plena, llena. Feliz me miras tus manos en mis senos
La arena sedosa recoge el tributo de la mar una solitaria concha que esconde todos los océanos toda la música de los marineros
No sé cuando comenzó esta pesadilla, que me atormenta, que me rompe, me asesina. Tú estabas en mi tan dentro que tuve que