Sentí tu mano acariciar mi cuerpo. ¡Solo fue un sueño! Sonando el piano en el otoño triste,

Bajo el aguacero voy andando con unos tacones rojos, así, como si fuera agua que corre por la acera.

Salieron mariposas de mi cuerpo. Llevaban soledad, falta de pasión un rato corto de amor

En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, ¡Mirándola! La luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,

Espero tu llamada mil días sentada con veinte teléfonos esperando que suene alguno. Mis piernas dormidas

Solo se dedicaba a decir lo bellas que eran sus letras. Halagos a sí mismo se dirigía. Envidia insana de las personas, que realmente escribían.

Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,

Siento cuando tú no estas, y yo, siempre quiero estar contigo ni un segundo sin que mis pupilas se hundan en las tuyas compañero de vida

Siento el ruido de la llave en la… estoy tomando café en la cocina y mi corazón salta de alegría, ya estás aquí vida mía. Diosa pagana

Café tan negro como los ojos de él. ¿Por qué te fuiste? Quizás te vuelva a ver y oiga tu voz.

Cae muy suave un poema en la nieve. Silencio blanco. Luna en la noche recopilando sueños.

MI HOMBRE Mi hombre, me mira con ojos de deseo, él contempla mi boca, sonríe provocativo,

Hace días que no abrazo las palabras, días que las letras están encerradas en mí maltrecha existencia.