Desde ese banco contempló las sakuras, su amor se fue. Bajo las rosas la brisa da en mi tez.

A aroma de eucalipto me huele tu cuerpo por la mañana. Enciendes mi alma, como hoguera en llamas.

En mi pecho una rosa carmesí me recuerda el amor que me tuviste en aquel otoño de 1940. Cierro los ojos me recreo en aquellos besos

Día otoñal caen las hojas ocres. Se oye ladrar. Se ríe el niño arrancando las flores.

Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,

Amanece y estás ahí bajo la luz del crepúsculo entre sábanas blancas. ¡Que sentimientos escondidos laten en mis sentidos!

Me empezó a besar en los labios mi… suavemente. Yo jadeaba entre los l… los brazos por su espalda y las pi… cuanto podía para disfrutar de aqu… Mi señor no se apresuró, siguió be…

Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.