POESÍA JAPONESA
Mi corazón se conmovió al sentirse solo por fin, cicatrices de sufrimiento lo recorrían, la sangre echa rumor le susurraba con la cadencia
Guía de marinos árboles en la Alhambra fresca mañana marcador de las costas faro imponente
Caminaba con la mirada vacía, ese silencio mudo, parece eterno, me hundo en la profundidades del i… ¿por qué me dejó, si tanto me quer… Esa ojeada fría como el invierno,
Si me quieres ayudar hazlo, tendié… si me quieres ayudar no me juzgues… no me dejes destrozada, tirada com… Porque hasta llegar a ti para pedi… el dolor me ha retorcido las entra…
Las olas vienen acarician mi cara brisa que escribe poesías de amor la luna baila
Caminando por Gran Vía en Granada, de pronto te vi, mi cuerpo se estremeció, mis ojos cambiaron de color, al rojo pasión, vi sangre en el agua, ¿cómo puedo amarte así, después de lo que...
Soy memoria de mi pasado de mi historia y mis años. Y al correr del tiempo en la parada del metro,
Una mirada fugaz hace que mi cuerpo se estremezca, se entrelaza la noche con mi cuerpo desnudo. Esa mirada ha hecho
Con hilo de oro tejen las nubes albas rayos de sol. En sus orejas zarcillos de coral,
Muerte roja encaje de existencia, hacedora del ser. Ella hiló mi alma con bordados de vida
No puedo caminar entre las calles de mi ciudad solo mi sofá, mi cama están de compañeros de viaje. Miro mis manos
Te regalo mis manos, te doy mis ojos, te dono mi tiempo. Caen las hojas, otoño en nuestra piel,
Llegué a casa después de un largo día, agotado, deseando irme a la cama. Me tiré en el sofá, después de cinco minutos, me levanté, corría el riesgo de dormirme allí y deseaba ducharme, ...
Te VI por la calle, ¡Que escalofrío me dio! Tus ojos enganchados a los míos, como las hojas a las ramas.
Ella tenía un hablar sedoso, que acariciaba, una mirada verde, suave como el terciopelo. Sus manos tienen gráciles