Alcatraz.
¿Y a quien le contaras de mí?
¿Quién sabrá nuestra historia y tu dolor?
¿Frente a quien seré el malo de tu fantasía?
¿Quién verá de nuevo a la “mujer lastimada”?
Porque yo justo así te conocí, un día negro, un día sin paz
un día sin recuerdos por alguna unión, un atardecer bello,
sin algún sentido de ser nuestro.
Contaste la historia de mi antecesor
y así mi interés y lastima por ti broto.
¿Quién dudaría del alcatraz blanco y dolido?
¿Quién sabría del rosal entre tus placeres, a quien lastimarían tus espinas?
Y no es bálsamo ni aliciente
no es cura ni remedio
es el sueño difuso del alcatraz que conocí, es el sueño sin deseo que vi en ti.
Fue el alcatraz que hoy es un rosal.