MI ser te admira y te contempla,
cada universo que supone contenerse en tus células,
cada esbozo de consagración que adquiere el aire que respiras,
cada rayo luz que es sacra tras aventurarse en tus rizos,
Y mis ojos tan profanos de tu arquitectura divina, suprema, elemental.
Cada paso que doy cerca de ti... Es infinitamente devoto a tu paz y tu deslumbrar.
Quizá me espere el más pútrido de los castigos por soñarte noche a noche,
por desearte tarde a tarde, por quererte y venerarte siendo un profano de tu arte.
Estoico lo aceptaré, platónico a tu esencia seguiré
y como alcatraz, mi alma ofreceré
a los lagos de tu pureza,
acrecentando así los mitos de tu belleza.
-