Cual escrito de borrador en prosa, te escribí, te cree y te deje.
Te hice y te deshice, logre verte desde la cima y brillar desde lo más bajo, vibrar con las ondas musicales del auto, te dí la forma de mis necesidades y te extrañaba a tiempo incierto, con escenas casi a la mitad tan lejanas que servían de combustible y le dí cuerda cual película de cintas a un montaje en mi cabeza que se llenaba de escenas ricas llenas de amor, aquellas donde te estremeces con mi tacto, donde todo se repite como en círculos de tu risa de fondo justo como un sueño, pero abrí los ojos, te busqué entre las sombras con el marcapasos que me mide los latidos y te encontré, te probé con otro gusto para encontrarme sabores desconocidos y me quede sin escribir para mirar que lo que pienso lo creo, lo deshago y me ato al sentimiento, entonces caigo por que las luces de la noche reflejadas en tus ojos están hechas de escenografía, la magia de tus besos se quedo a cientos de toques de luna a luna atras, el mundo de miel después de probarte es de cartón y todo en mi cabeza es un montaje de un amor que ya había terminado y que seguía viendo aún cuando la sala ya estaba vacía.