Dedicado al pensamiento sobre ti de no haber conocido mucho de lo que en realidad soy, y qué te agrade más mi anterior reflejo.
A veces con la capacidad de ser rica, otras de ser rota, escribiendo al sol como en mano de obra esos versos que en reverso son un salto a mi memoria. No es qué viva perdida en las letras de un mundo mío qué no existe, es qué saco a bailar a locura que nunca conociste, en la que enredo mis piernas antes de dormir, en la qué me fugo de la oscuridad y el miedo de apagar la luz, qué creo en las historias de amor junto al placer del barranco de mi abdomen, y procuro una población extrema de ideas en la tierra de mi mente, que extraño sentimientos que ni yo traduzco, que veces ante el espejo ni me reconozco pero con miedo firme me atrevo a amar a lo que veo, y tiro al aire el pensamiento de haber querido que amaras a quien va antes del espejo por quien es y no de haber amado a lo que estaba enfrente de el, sin distorsionar, de haber amado al reflejo de la luna en el mar, pero no a la Luna, de no haberme amado a mi pero si a mi reflejo.