¡Carne, celeste carne de la mujer!… —dijo Hugo—, ambrosía más bien, ¡o… la vida se soporta, tan doliente y tan corta, solamente por eso:

En su país de hierro vive el gran… Bello como un patriarca, sereno y… Tiene en la arruga olímpica de su… Algo que impera y vence con noble… Su alma del infinito parece espejo…

Besando con furia loca la boca de un niño ajeno, miro yo a la virgen cándida y no sé lo que comprendo. ¿Qué es ese brilo en los ojos?

A un tal que asesinó a diez y era la imagen del vicio, muerto, el Soberano Juez le salvó del sacrificio sólo porque amó una vez.

Noche. Este viento vagabundo llev… Las alas entumidas Y heladas. El gran Andes Yergue al inmenso azul su blanca c… La nieve cae en copos,

Recuerdas que querías ser una Mar… Gautier? Fijo en mi mente tu extr… cuando cenamos juntos, en la prime… en una noche alegre que nunca volv… Tus labios escarlatas de púrpura m…

Van los insectos primorosos, que son la gracia y la alegría, olando al sol colaginoso como un tropel de pedrería. Pasan las líricas abejas

¡Argentina! Tu ser no abriga la riqueza tentacular que a Europa finesecular incubó la furia enemiga. Y si oyes un día explotar

Tú, que estás la barba en la mano meditabundo, ¿has dejado pasar, hermano, la flor del mundo? Te lamentas de los ayeres

Silencio de la noche, doloroso sil… nocturno… ¿Por qué el alma tiembla… Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de mi cráneo pasa una suave… ¡Insomnio! No poder dormir y, sin…