Darío Jaramillo Agudelo

Amores imposibles

1. Entre el amor imposible y la presencia de la muerte
transcurre el día.
¿Se detiene el corazón o explota?
El olor de la clínica me trae las preguntas:
¿Me licuaré por dentro? ¿Me aferraré a la vida
o dejaré sereno que el fin llegue?
El amor absoluto es el amor imposible,
este feliz amor en que te invoco obsesivo
y tú ni me recuerdas.
Este amor imposible es la manera como la muerte
se apodera de mí por la mañana.
 
* * * * *
 
2. Un amor imposible es el más feliz de los amores.
O puede serlo.
Basta que creas que es posible un amor imposible
y esto hará la felicidad del amor imposible.
Puede que seas el amor imposible de tu amor imposible.
Pero esto es un milagro.
 
* * * * *
 
3. Un día en la penumbra te enamoras de tu amor imposible.
Una breve charla, si acaso una mirada, una sonrisa leve,
un levísimo guiño inolvidable
y cae el azul entero de cielo sobre tu alma
y desfalleces de la dicha,
llueve la luz en tus adentros.
Sabes que es un amor imposible.
Sabes que no hay manera de cruzar una vida con la otra,
que, acaso, fue una fortuna que un día tocaras a tu amor imposible.
Pero también sabes que es imposible tu amor,
que no lo verás más,
que el amor que le tienes a tu amor imposible
no necesita a tu amor imposible,
que amas a una quimera que un día se encarnó debajo de la piel
más lejana y que más amas.
 
* * * * *
 
6. Qué ternura encontrarte, viejo amor imposible,
qué dulce conocerte después de que el olvido
hizo más imposible nuestro amor imposible.
Nunca tú supiste el amor que te tuve:
entonces escuchaba con tu fantasma un vals
y conocía el asombro de mirar tus pestañas
y, sin tú darte cuenta, mi alma cabía completa
en tu labio inferior.
No creas que había fotos.
Era la presencia real que sólo poseen los amores imposibles.
Nada de esto te dije cuando me dio tanto gusto
que alguien nos presentara sin saber lo que hacía,
acercarme a tu ternura que ahora no invento.
Nada de esto te dije.
Esas ridiculeces no se dicen.
Los amores imposibles son los más ridículos amores.
Contigo no me equivoqué cuando te amaba,
pero ya no te amo.
Un beso en la mejilla.
“Volveremos a vernos”.
 
* * * * *
 
7. Todos los amores imposibles son eternos,
el tiempo no los toca
y no existen traiciones entre los amores imposibles.
Amo con toda intensidad, amo sin límites
a cada uno de mis amores imposibles.
A veces el olor del café trastoca el orden de los años
y voy a dar a la madrugada
de un resplandor que a mí me alumbra
o de pronto la voz de Janis Joplin
me ensarta en una noche cítrica,
de alambre,
la noche del hechizo,
puede ser una forma precisa de mecerse el viento entre los árboles
y la danza del cuerpo,
la eterna danza de un cuerpo eterno
entre la eterna danza de la brisa.
Los eternos amores imposibles
no se tocan, no se cruzan, no pueden verse entre sí,
no existen los celos entre los amores imposibles,
son perfectos los amores imposibles.
 
* * * * *
 
10. Fisuras en la luz de la mañana,
fracturas de lo que veo y oigo,
por ellas se acerca lo lejano,
se paraliza con crueldad lo que transcurre.
Adrede esta curva misteriosa,
adrede,
de pensamiento y de deseo adrede
está presente el gesto más presente,
por la grieta que ahora vivo,
por allí asoman un amor imposible y otro amor imposible.
 
* * * * *
 
11. Altar donde te invoco,
ara de ofrendas ante la mención de lo sagrado:
una pregunta, una mirada,
el vello suave de tu brazo izquierdo,
el miedo de que noten los otros que por ti me muero,
tu risa entre un silencio que sólo quiere oír tu risa,
Un viaje, una postal, este poema,
mi remoto amor imposible,
ahora te invoco,
ahora te invoco y vuelvo a embriagarme de un instante de cielo,
de mi más lejano amor imposible.
 
* * * * *
 
15. La vida está hecha de amores imposibles,
de ilusiones encontradas que ayudan a curar
las ilusiones perdidas.
En un hotel de una ciudad desconocida
un aroma te rescata,
amor imposible de otro hotel remoto
que me acompaña aquí y ahora,
amor imposible convertido en perfume.
 
* * * * *
 
16. Yo fui lentamente a tumbos perdiéndome...
 
“Yo fui lentamente a tumbos perdiéndome. ”
Damián Bayon
 
Yo fui lentamente a tumbos perdiéndome
sin rumbo y contra las paredes,
yo me aniquilé por capricho de un mal amor posible.
Sufrí. Descendí a los infiernos, a varios infiernos,
usé las máscaras más degradantes, repté.
Sufrí.
Vinieron a salvarme los amores imposibles,
amores sin astucia y sin heridas,
amores curativos que no existen.
 
* * * * *
 
21. A estas alturas rodando
literalmente rodando
asumo mi destino,
araño cielos, tiento paraísos,
busco la clave que me traspase,
sin buscarla la busco,
la llave es un torso, un gesto,
la sonrisa de un amor imposible
o de otro amor imposible.
Los amores imposibles
—es tan evidente que siempre lo olvido—
son partes de ese mundo imposible
que es mi mundo verdadero.

(2001)

Amores imposibles.

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