Atolondrado y confuso,
demasiado lleno de ruidos,
sin centro ni reposo,
desconectado del otro lado de la piel,
aturdido por el interminable crujir de este corazón
—tierra cuarteada, ceniza gris en el pecho—,
así pasan estas noches de calor y duermevela,
estas noches en que no estoy contigo.